Diez ideas para su campaña anual del 2020
By Ken Sloane
1. NO DEJE DE CELEBRAR SU CAMPAÑA AUNQUE NO LA PUEDA “REALIZAR COMO ANTES”.
La antigua normalidad ya no existe; estamos en un lugar nuevo. Si omite la campaña anual de este año, corre el riesgo de dejar a las personas con la impresión de que realmente este evento no es importante. Sin duda será diferente, pero puede ser una manera eficaz para que las personas se concentren en lo que la iglesia significa para ellas y su comunidad. Siempre es útil concentrarse en todo aquello por lo que estamos agradecidos. Para muchas personas, la campaña anual es uno de los pocos eventos en donde pueden reflexionar sobre lo que su iglesia local significa para ellas, la comunidad y el mundo.
2. ENFATICE: “EL EDIFICIO ESTÁ CERRADO; NO LA IGLESIA”.
Este debe seguir siendo el tema que se comunica a los miembros de la iglesia y a la comunidad. Cuanto más lejos estén las personas del centro de la actividad y la planificación de la iglesia, más fácil será pensar que si el edificio está cerrado, la iglesia está en pausa.
La iglesia a la que asisto realizó ,durante el verano, una serie de dos meses para el culto de adoración titulada "La iglesia dispersa". Nos recordó que a veces somos la iglesia reunida; sin embargo, la mayor parte del tiempo (167 horas a la semana), se nos recordaba constantemente que somos la iglesia dispersa. Seguimos siendo la iglesia, incluso cuando estamos dispersos. Asegúrese de que su campaña incluya historias de lugares en los que la iglesia dispersa ha hecho realidad el amor de Dios, especialmente durante los últimos seis meses.
3. LA CONEXIÓN ES MÁS IMPORTANTE QUE LA PERFECCIÓN.
Desde que los edificios de la iglesia tuvieron que cerrar, y nos vimos forzados a refugiarnos en el hogar como medida de protección contra el virus COVID-19, hemos visto innumerables ejemplos del beneficio de mantener a las personas conectadas: llamadas vía Zoom solo para ver caras conocidas; mensajes de texto para saber sobre sus seres queridos, o preguntar a la gente si necesitan algo de la tienda. Al ver a artistas transmitir sus programas de televisión desde la sala de sus casas, con sus hijos o familia como invitados; o al ver videos de pastores, donde sus sermones son interrumpidos por los ladridos de los perros, nos damos cuenta de que en estos días de pandemia, la mayoría de nosotros valoramos la conexión sobre la perfección. Tenga esto en cuenta mientras piensa en cómo podría lucir su campaña anual del 2020.
4. CONSIDERE EL MODELO DE CAMPAÑA “REUNIONES EN LAS CASAS” POR ZOOM.
Muchos de nosotros hemos usado modelos de campañas celebradas a través de comidas congregacionales, visitas o grandes cultos de adoración, donde los fieles llevan sus tarjetas de compromiso al altar. Uno de los modelos usados con menos frecuencia, es el que invita a todos los miembros de la familia de la iglesia a diferentes hogares, con el propósito de fomentar el compañerismo, escuchar acerca de los planes del ministerio para la iglesia en los días venideros, y además, invitarles a hacer un compromiso financiero. Este último modelo se adapta fácilmente a nuestra circunstancia actual, con la variante de que las reuniones son celebradas vía Zoom (u otras opciones de videoconferencia), y organizadas por miembros del equipo de liderazgo de la campaña. Para quienes no tienen teléfonos inteligentes o computadoras con cámaras de video, la iglesia puede hacer los arreglos pertinentes para que puedan participar a través de llamadas telefónicas. Limite el número de personas en cada reunión a la cantidad de personas que se puedan mostrar en una pantalla (normalmente 25 personas). El pastor o pastora puede unirse a cada grupo, o grabar un mensaje de video para compartir con cada grupo.
5. CUENTE SU HISTORIA, PERO TAMBIÉN ESCUCHE.
Si incorpora la idea de las reuniones de grupo como parte de su estrategia de campaña en el 2020, asegúrese de no solo contar la historia de cómo ha respondido su congregación con respecto a su misión durante la pandemia, sino también de incluir tiempo para escuchar a los presentes. Desarrolle una lista de preguntas que promuevan el diálogo entre los participantes: "¿Cuáles son los lugares que ustedes conocen donde necesitamos llegar a las personas?". Solicite información sobre las necesidades prioritarias en la comunidad. Si las personas mencionan necesidades que su iglesia no está preparada para abordar, determine si hay otros grupos más adecuados con quienes su iglesia podría asociarse o apoyar. Puede preguntarle a la gente si se ha sentido conectada y apoyada por la iglesia durante la pandemia. ¿Cómo el culto de adoración virtual podría ser más atractivo?
6. RELACIONE EL TEMA DEL CULTO DE ADORACIÓN CON EL TEMA DE LA CAMPAÑA.
Tal como lo hubiera hecho en una campaña anual en los “días anteriores a la COVID-19”, desarrolle un tema para su culto de adoración vinculado con el de su campaña. Planifique una serie de cultos de adoración y sermones que generen interés y entusiasmo por la campaña. Invite a líderes clave de la congregación a grabar videos cortos relacionados con el tema de su campaña. (Asegúrese de dar instrucciones claras para estas grabaciones: buena iluminación; con el teléfono cerca para que el audio sea claro; indique si desea una orientación horizontal, como una película, o una orientación vertical –como una selfi/autofoto).
7. NO DESCARTE LOS RECURSOS EXISTENTES DE LA CAMPAÑA.
Si bien es posible que todos los elementos de una campaña –que fueron ordenados con meses de antelación– no se adapten a los desafíos actuales, se puede utilizar gran parte de estos materiales. La mayoría de los materiales de la campaña ofrecidos por Cokesbury incluyen recursos de estudios o devocionales temáticos, junto con otros recursos para el culto de adoración, sugerencias para sermones y ejemplos de recursos para la comunicación [promoción, volantes informativos, etc.]. Todos esos recursos se pueden adaptar para ser usados en este año. En lugar de usar una tarjeta de compromiso impresa y enviada por correo, pídale a alguien que haga una tarjeta de compromiso en PDF que se pueda llenar y enviar a la iglesias a través del correo electrónico.
Recuerde, este es un buen momento para animar a más miembros a usar aplicaciones para realizar sus ofrendar electrónicas de manera segura y recurrente.
8. SEA SENSIBLE ANTE LAS PRIVACIONES ECONÓMICAS.
Una de las consideraciones más importantes al planificar una campaña durante este tiempo de pandemia es ser sensible a las realidades de quienes están pasando por traumas de muchas formas: enfermedad de miembros de la familia o pérdida de seres queridos; pérdida de ingresos debido a la pérdida de negocios, licencia o eliminación de puestos de trabajo. Simplemente incluya en su comunicación una frase como: "Somos conscientes de que algunos de ustedes han sido severamente afectados por la crisis actual y, es posible que no estén en condiciones de aumentar sus ofrendas, o incluso continuar ofrendando al nivel del año pasado. Todo lo que pueda hacer será de gran bendición a medida que continuamos en el ministerio". Revise los materiales preparados para captar cualquier contenido que dé por sentado de que todos pueden aumentar sus ofrendas.
9. SEA VALIENTE AL INVITAR A DAR.
Por otro lado, también usted puede ser lo suficientemente valiente como para desafiar a quienes no han sentido la crisis económica en esta temporada de pandemia. Sin duda, hay quienes han seguido trabajando y reciben su salario; quienes están trabajando desde sus casas y no viajan diariamente, y pueden llenar el tanque de gasolina de sus carros cada semana; o no salen a comer con tanta frecuencia ni compran ropa de trabajo a menudo y, ¡con todo y eso recibieron un pago de estímulo! Use las palabras que funcionen en su contexto, por ejemplo: "El Equipo de Finanzas les agradecería a quienes no han tenido muchos problemas económicos a causa de la pandemia, dar un paso adelante, y ayudar a suplir las necesidades de nuestros hermanos y hermanas, quienes están pasando por serias dificultades económicas”.
10. EMPIECE Y TERMINE CON EXPRESIONES DE GRATITUD.
Lo más importante es que comience y termine cada paso, cada correo electrónico, cada sermón, cada tuit con un "gracias". Gracias por permanecer con nosotros en estos tiempos difíciles. Gracias por adoptar formas para ofrendar cuando no nos reunimos todos los domingos. Gracias por los actos casuales de bondad que está haciendo por sus vecinos. Gracias por sintonizarnos cada domingo por la mañana, y ofrecer palabras amables de aliento a quienes intentamos hacer que funcione la tecnología. Gracias por participar en las reuniones de Zoom, las cuales pueden resultar aburridas, pero algunos de nosotros solo necesitábamos ver su cara. Gracias por usar la mascarilla y mantenernos a salvo. Sobre todo, gracias por creer que –incluso si nuestro edificio está cerrado– somos la iglesia, y estamos abiertos al negocio del amor, la compasión y la esperanza.
Ken Sloane is the Director of Stewardship & Generosity for Discipleship Ministries of The United Methodist Church.
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