Introducción a los dones espirituales
By Ken Sloane
Los dones espirituales son atributos dados a los creyentes cristianos para la edificación de todo el cuerpo de Cristo. Efesios 4:11-13 (NVI) dice:
"Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a fin de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edificar el cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo."
Los dones espirituales no son talentos o habilidades. "Estos frutos y dones no se deben a nuestro propio logro, sino la consecuencia de la obra del Espíritu en nosotros, por gracia, a través de nuestra fe en Jesús el Cristo. Y no se dan para el beneficio personal. A través de estos frutos y dones, el Espíritu Santo nos da poder para realizar el ministerio en el mundo" (United Methodist Member's Handbook, Revisión por George Koehler [Discipleship Resources, 2006], págs. 84-85).
Es importante que descubra sus dones espirituales y los dones espirituales de los demás. A menudo, otras personas reconocen nuestros dones antes que nosotros. Al usar una herramienta de evaluación, puede aprender sobre sus dones y los dones de los demás. A continuación, le mencionamos tres declaraciones importantes sobre cómo los dones espirituales afectan a toda la comunidad de fe:
- El uso de los dones espirituales proporciona vida y vitalidad a las personas y a la congregación. Al usar sus dones espirituales, está contribuyendo a la salud espiritual de la iglesia.
- Cuando alguien descuida el uso de sus dones espirituales sufre toda la comunidad.
- Cuando una persona está haciendo ministerio en un área para la cual no tiene el don, esto la lleva experimentar insatisfacción, y perjudica a toda la comunidad de fe.
¿De dónde vienen los dones espirituales?
En Hechos 2:38, Pedro responde a las personas sobre qué deben hacer para ser seguidores de Jesús. Él les dice: —Arrepiéntase y bautícese cada uno de ustedes en el nombre de Jesucristo para perdón de sus pecados —les contestó Pedro—, y recibirán el don del Espíritu Santo.
En esta declaración, encontramos una promesa fantástica: cuando entregamos nuestras vidas a Jesucristo, recibimos mucho más que el perdón y la vida eterna. También somos llenos del Espíritu Santo, cuyo papel en nuestras vidas es proporcionarnos orientación y poder para vivir esta vida. Como resultado, recibimos dones espirituales que nos permiten encontrar nuestro lugar en la comunidad de fe de Dios. A medida que empleamos estos dones en nuestra vida diaria, encontramos satisfacción y propósito en nuestra relación con Dios y los demás.
Los dones espirituales le ayudan a vivir su llamado
El entendimiento wesleyano de la fe se centra en la idea de que la vida es un proceso continuo de conversión que se destaca al responder a estos cuatro llamados:
Cuando descubrimos nuestros dones espirituales, recibimos el poder para vivir el llamado de Dios, a medida que el Espíritu Santo forma nuestra comprensión de quiénes somos. La conversión es un proceso de dejar ir todo aquello que nos detiene para que podamos vivir en el Espíritu de Dios, que renueva y da vida. El uso de nuestros dones espirituales cambia la vida.
¿Cómo descubro mis dones espirituales?
Primero, debes saber qué son los dones espirituales. El Inventario de dones espirituales cubren 20 de los dones espirituales que se mencionan en Romanos 12:6-8; 1a Corintios 12:7-11 y Efesios 4:11-13. Los dones espirituales no están limitados a los usados en este inventario. Los dones de hospitalidad, música y otros también se encuentran en la Biblia. Mientras más aprenda sobre los dones que posee, conocerá mejor cómo usarlos. Lo más importante es que descubrirá los dones que no tiene. Lo que significa que necesita a otras personas que puedan trabajar con usted y apoyarse en este descubrimiento.
Segundo, necesita que su comunidad de fe te confirme sus dones para saber cómo ellos benefician a toda la congregación.
Tercero, necesita probar sus dones, ya que de ahí es donde proviene la energía para realizar el ministerio. Las comunidades de fe crecientes ofrecen a la gente múltiples oportunidades para descubrir en dónde sus dones se ajustan mejor para la edificación de toda la iglesia.
¿Qué son dones principales y dones secundarios/de apoyo?
Sus dones espirituales no están escritos en piedra. Todos tenemos una mezcla de dones que trabajan juntos, y nos dan a cada cual una manera única de contribuir al ministerio. Su don principal es su don más fuerte; a menudo, es el don que la gente le confirmará más fácilmente. Los dones secundarios o de apoyo son atributos que podemos explorar. En muchos casos, se convierten en las formas más importantes en las que contribuimos al trabajo de todo el ministerio.
Eres una persona excepcionalmente dotada
"¡Te alabo porque soy una creación admirable! ¡Tus obras son maravillosas, y esto lo sé muy bien!" (Salmo 139:14, NVI).
Dios nos ha creado para ser únicos, y nos ha llamado en Cristo a ser parte de un cuerpo, cada cual con un propósito. Nuestra esperanza es que al explorar los dones espirituales que Dios le ha dado, encontrará un lugar en ese cuerpo que le bendiga y le llene con un sentido de propósito y satisfacción.
Las citas bíblicas han sido tomadas La Santa Biblia, Nueva Versión Internacional, derechos de autor © 1999, por la Sociedad Bíblica Internacional. Usado con permiso. Todos los derechos reservados.
Ken Sloane is the Director of Stewardship & Generosity for Discipleship Ministries of The United Methodist Church.
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