La Fundición de Cristo: Una iglesia que crece a través de grupos de pequeños

El pasado mes de octubre comenzamos a resaltar los ministerios hispanos/latinos de nuestra conexión, destacados en diversas áreas de alcance y discipulado. En esta ocasión queremos resaltar la Misión Metodista Unida La Fundición de Cristo, ubicada en Dallas, Texas, y su trabajo de alcance a través de grupos pequeños – los Grupos de Vida– liderado por la pastora local, Lucía French.

Lucía French es originaria de Ecuador, donde trabajó como directora del ministerio con jóvenes. Llegó hace 17 años a Dallas, TX, en donde empezó a servir como voluntaria al liderar el grupo de jóvenes en la Fundición de Cristo. Allí aceptó su llamado a servir al Señor a través del ministerio ordenado. Ahora tiene su licencia como pastora local y está en el proceso de ordenación.

A continuación, proveemos más detalles de los Grupos de Vida, por medio de la entrevista sostenida con la Revda. Lucía French.

1. ¿Cómo fue que empezaron este ministerio?

Los Grupos de Vida se formaron mientras desarrollaba al grupo de jóvenes. Mi objetivo fue acercarme a sus padres para entender de primera mano los múltiples problemas que estaban experimentando sus hijos. Empezamos con un grupo en la casa de una hermana, con cuatro mujeres y, poco a poco, al cabo de un año de trabajo muy intenso logramos tener 30 mujeres. Se abrieron dos casas más, y luego cuatro… y así hasta llegar a un promedio de 18 a 20 grupos.

Cada grupo cuenta con tres líderes: la persona o familia que ofrece su casa para la reunión del grupo; el/la líder que guía el estudio, y un animador/una animadora que se encarga de conectar a las personas durante la semana y ayudar al líder durante el estudio.

Los líderes de cada grupo se reúnen conmigo (pastora Lucía) cada semana, y desarrollamos un entrenamiento según el estudio, que junto con la pastora Amy Spaur, escribimos de acuerdo con los sermones dominicales. Mi cuidado pastoral es de un 100% dedicado a cada líder de grupo, y visito entre semana en rotación a los grupos que estén corriendo en cada ciclo.

2. ¿Cuáles son los retos y desafíos que han tenido que enfrentar?

Por 15 años han sido diferentes los desafíos. Todo depende de la época en que nos encontremos. Por ejemplo, al principio era más fácil encontrar gente que cediera su apartamento para las reuniones de grupo. Sin embargo, los administradores del condominio no permitían que los visitantes se parquearan en distintas horas. Entonces los carros eran removidos a la vez que sus dueños recibían multas por mal estacionamiento. Además, son muy pocas las personas que tienen casas disponibles para las reuniones, y muchas veces, viven lejos de la iglesia.

Otro reto fueron los materiales disponibles para el estudio. No encontramos nada en español que tuviera una visión metodista, pero al mismo tiempo eso nos motivó a crear nuestro propio material.

Otro desafío es el factor cultural. Tenemos personas de diferentes nacionalidades y con un gran acercamiento a la fe católica y, últimamente, con trasfondo de todas las religiones. Sin embargo, gracias a algunos acuerdos que desarrollamos en los grupos, vamos superando los problemas.

Un reto que nunca lo vimos llegar, y que casi mata a los Grupos de Vida, fueron los casi dos años de confinamiento por el COVID. Al principio sentí que era el final, pero con la ayuda de Dios, pudimos seguir adelante creando los grupos en forma virtual. Llegamos a tener ocho grupos, con un alcance mucho más grande, pues pudimos unir a familias en diferentes partes del mundo. No fue igual que antes, pero pudimos seguir adelante.

3. ¿Cuáles han sido los éxitos y satisfacciones que has experimentado a través del ministerio?

La satisfacción más grande: ver VIDAS TRANSFORMADAS, personas sirviendo al Señor en una forma real y profunda. La sanidad que dan los Grupos de Vida a la Iglesia es indiscutible. Cuando los grupos están en receso, los problemas a nivel de ministerio aumentan de una forma significativa.

También cada grupo de vida se ha convertido en un lugar de sanidad, en donde el Espíritu Santo trabaja a nivel individual con cada persona, también es maravilloso ver cómo a través de nuestro formato las personas responden a las preguntas de diferente manera y esto permite un aprendizaje mutuo y continuo.

De los Grupos de Vida han salido todos los líderes ministeriales que tenemos en la Iglesia. Es decir, ¡tenemos discípulos haciendo discípulos!

4. ¿Cuáles han sido los aprendizajes que han tenido y recomendaciones al desarrollar un ministerio con trabajadores migrantes?

He aprendido a ser humilde, a amar a mi prójimo en una manera en que puedo llevar el amor de Cristo sin máscaras y sin plataformas de religiosidad legalista. Los Grupos de Vida nos enseñan a pelear esa buena batalla de la fe, pero con herramientas fuertes, no desde mi capacidad; sino desde el amor perfecto de Dios en mi debilidad.

Este es el secreto para trabajar con nuestros hermanos/as migrantes: no trabajar con ellos desde su realidad, sino desde la realidad de Dios. Los Grupos de vida tienen la particularidad de enseñar a ver a cada persona como la imagen de Cristo.

Damos gracias a Dios por la Fundición de Cristo, a su pastora Amy Spaur, a la pastora Lucía French y a todos sus líderes por su ardua labor y su apoyo al ministerio latino de nuestra conexión. Para obtener más información acerca de este ministerio o acerca de los Grupos de Vida favor de contactar a esta servidora a [email protected], y con gusto les ayudaremos.