Los dones espirituales y la niñez
Por Tanya Eustace
Ahora bien, hay diversos dones, pero un mismo Espíritu. Hay diversas maneras de servir, pero un mismo Señor. Hay diversas funciones, pero es un mismo Dios el que hace todas las cosas en todos. A cada uno se le da una manifestación especial del Espíritu para el bien de los demás. – 1a Corintios 12:4-7, NVI
Muchas veces, al leer las palabras de esta porción bíblica pensamos que Pablo se refería solo a la gente adulta. Sin embargo, muchos cristianos creen que el don de la gracia de Dios, a través del poder del Espíritu Santo, se otorga a todas las personas, sin importar su edad. Todos contamos con un don o propósito. Dios nos llama a cada cual a usar nuestros dones para hacer una diferencia en el mundo al compartir el amor de Dios con los demás.
Quienes somos llamados al ministerio con la niñez tenemos una gran oportunidad de construir relaciones con los miembros más jóvenes de la creación de Dios. El ministerio relacional requiere que tomemos el tiempo para conocer a los niños con quienes estamos en ministerio. Esto incluye la obra santa de identificar, reclamar y usar los dones que Dios nos da.
Las Escrituras identifican 20 dones espirituales dados para la edificación del cuerpo de Cristo. (Ver Efesios 4; 1a Corintios 12-13; Romanos 12).
Algunos de estos dones incluyen:
- Compasión: mostrar empatía y preocupación por los demás;
- Liderazgo: liderar y guiar a otros; mostrarles el camino;
- Exhortación o aliento: ofrecer aliento; animar a alguien a hacer algo, y
- Ayudar: servir, apoyar y ayudar a otras personas en el ministerio.
Al revisar esta lista, podemos ver cómo cada don es de beneficio para la edificación del cuerpo de Cristo. Piensa en cada niño y niña de tu ministerio. ¿Cuáles dones ves en ella o en él? ¿Cómo podrían usar sus dones para compartir el amor de Dios con las demás personas?
Ayudamos a los niños a descubrir, reconocer y usar sus dones espirituales a través de un ministerio intencional y en oración.
Primero, ayúdales a DESCUBRIR sus dones al prestarles atención, al escuchar sus historias y al compartirlas.
En segundo lugar, AFIRMA sus dones. Háblales sobre los dones que ves en ellos, invítales a compartir los dones que creen podrían tener, y afirma el valor de esos dones.
Tercero, EXPLORA con los niños. Invítalos a considerar cuáles dones tienen, y cómo podrían usarlos para ayudar a compartir el amor de Dios con los demás.
Cuarto, PRACTICA con los niños sus dones. Proporciónales oportunidades para que practiquen sus dones mientras lideran y sirven en tu iglesia y comunidad.
Finalmente, cúbreles en oración. Toma un tiempo, cada semana, para ORAR por cada uno de ellos por nombre. Cuando los veas, hazles saber que has estado orando por ellos. Pregúntales cómo compartieron el amor de Dios con los demás durante la semana a través de sus dones. Con el tiempo, comenzarán a anticipar estas preguntas, y estarán emocionados y dispuestos a compartir sus respuestas.
Recuerda siempre que cada niña y niño de tu comunidad y bajo tu cuidado son creación divina. Dios les ha dado dones y los ha llamado a un propósito. Nuestro trabajo como maestros, mentoras y guías de fe es ayudarlos a descubrir sus dones, a ayudarlos a escuchar y a discernir el llamado de Dios, y a motivarlos a encontrar formas de responder fielmente a ese llamado.
(El contenido de este artículo fue escrito por Tanya Eustace, y publicado por Cokebury Kids, el 6 de agosto de 2020. Usado con permiso, https://www.cokesburykids.com/blog.)
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