Principios para el estudio bíblico (adaptado del Estudio Bíblico Disciples)
- La palabra de Dios es Jesucristo, y las palabras de la Biblia nos hablan de esa Palabra. Por lo tanto, cuando estudiamos las palabras de la Biblia, siempre buscamos detrás, en y a través de esas palabras en busca de la palabra de Dios: Jesucristo.
- Ningún cristiano o ninguna cristiana tiene el monopolio del entendimiento de la palabra de Dios o las palabras de las Escrituras. Esto incluye tanto a los eruditos bíblicos como a la persona cristiana menos estudiada en el tema en cuestión. Debemos escucharnos unos a otras mientras buscamos comprender la riqueza de los dones de Dios.
- Debemos asumir la posición de que todos tienen integridad cristiana, y no acusarnos unos a otras de no ser cristianos, sin importar cuán inusuales sean las opiniones. Además, debemos suponer que llegaremos a tener diferentes interpretaciones de una porción de las Escrituras, y que eso no perturbará a Dios tanto como a algunos de nosotros.
- Pocos de nosotros sabremos hebreo o griego y, por lo tanto, necesitamos usar una variedad de versiones en español para tratar de entender el texto.
- Si bien aceptamos nuestras diferencias, no sentimos que esas diferencias carezcan de importancia, o que no deban tomarse en cuenta o quitarles importancia.
- Puede que entre nosotros haya diferentes interpretaciones bíblicas, pero aún así podemos ser amigos cristianos amorosos. De hecho, a medida que crecemos para comprender mejor nuestras diferencias, podemos crecer en nuestro aprecio mutuo.
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